jueves, 10 de enero de 2013

Analiza y Comprende...

Por alguna razón que EXACTAMENTE aún no descifro, hay un odio a nivel nacional por los 'rolos, Cachacos, capitalinos..' o como les quieran decir, pero muchos (no digo que todos) le tienen pereza y fastidio a los rolos (no a todos los rolos) pero se nota de lejos la cara que hacen cuando uno les dice: "Vienen unos amigos de visita" - "Uy que bien, invitalos. ¿De donde son?" - "De Bogotá" - "Mmmmmmm" acompañado de la reconocible mueca de "Uy que mamera"... jajajajajaja Muchos lo negarán, otros no; pero mi familia y yo hemos sido testigos de este tipo de cosas y muchas más al ser una familia de rolos viviendo en la ciudad de Medellín. Lo más divertido es cuando uno les dice "Yo soy rola(o)" y su reacción inmediata es: "¡¿ENSERIO?!" seguido de "Bueeeeno, eres una excepción".

Mi mamá y yo muchas veces como comentario al aire hemos dicho que vamos a escribir un libro sobre este extraño fenómeno de ¡odiemos a los rolos! Pero ellos (me excluyo en este caso) no se quedan atrás; llámenlo odio, rencor o incluso envidia, pero los rolos tienen ese mismo sentimiento por los paisas principalmente (no me atrevo a hablar de otros, no me consta).
Esto nos hace estar literalmente en medio de la guerra, somos unos rolos de nacimiento, refugiados en el hermoso Valle de Aburrá (para los que no saben es otra manera de llamar a Medellín).
Viví 14 años en Bogotá (1989-2003) y llevo viviendo en Medellín 9 años (2003-2012); ahora por cuestiones de trabajo he tenido que viajar seguido sola a Bogotá y pasar entre 15 días a 2 meses en mi ciudad natal. Ha sido una gran oportunidad para desenvolverme en la ciudad, analizar y ver cosas que a

Reporte de Viaje


Hoy fue uno de esos días en los que de verdad me llené de alegría, emoción, gratitud, sorpresa y muchos sentimientos difíciles de expresar con palabras.
Como ya saben (los que no les cuento) soy una creyente, soy una católica practicante y activa y Dios se ha encargado de enamorarme cada día más con todas las bendiciones que comparte conmigo, mi familia, seres cercanos y hasta los no creyentes que conozco y que sé han recibido muchas cosas buenas.
Pues hoy fue mi turno, y llegó en el momento más preciso pues el día anterior había tenido una bonita confesión y charla con el Padre Eduardo (Párroco de la parroquia la Niña María al que quiero mucho y le tengo mucha confianza). Soy una persona LLENA de errores y defectos y a veces me sorprendo con la cantidad de cosas buenas que a pesar de eso Dios me sigue dando. Y después de esta introducción, cuento lo sucedido. Hoy viajaba a Bogotá muy temprano ya que tenia un compromiso importante al medio día del mismo día, 11 de diciembre. Por razones de seguridad el carro de mi casa no podíamos sacarlo así que mi novio se ofreció a llevarme y luego me dijo que su hermana lo acompañaría.
Muy a las 5:30am llegaron por mi, mi cuñada alegaba atrás (obviamente molestándome) por hacerla levantar temprano y hasta iba acostada y arropada. Empezamos a subir y poco a poco empezamos a oír un ruido que provenía del carro y que iba incrementando, a la vez el carro iba perdiendo fuerza. Finalmente paramos y el carro estaba recalentado, el pobre recipiente del agua parecía vacío y salía mucho vapor. Con tranquilidad (porque nada sacábamos con estresarnos) abrimos el capo y empezamos a hacer llamadas a nuestras familias a contar lo ocurrido. No mucho después, digamos unos 15 minutos, pasó luego de varios carros, una busetica, pequeña que decía escolar, siguió y a los 100 metros paró y sin importarle que iba en reversa por las palmas (vía importante de Medellín) llego hasta