viernes, 24 de agosto de 2012

Una aventura inigualable

¡Bogotá es una ciudad enorme! Rica en cultura, lugares por visitar, paisajes, planes por toda la ciudad y para todos los gustos, centros comerciales, parques, museos, calles y casas llenas de historia, arte y una gran variedad de bares y restaurantes.
Una ciudad en donde podría decirse que la gran aventura es estar dentro de ella y no perderse, ¡pero no! La verdadera aventura comienza cuando uno quiere desplazarse dentro de ella y utilizar sus tan famosos y muchas veces temidos, medios de transporte!
Hablaré principalmente de los que yo uso frecuentemente y pasaré muy por encima de los que conozco, he usado pero de los que no soy usuaria frecuente.
Después de mucho tiempo de no desplazarme sola por Bogotá (sola me refiero a medios de transporte diferentes a el carro de algún familiar) conseguí trabajo en la ciudad y la noche antes de mi primer día recordé que debía desplazarme hasta la oficina y no tenía la más mínima idea de como llegar en bus (días antes mi abuelito me había llevado a una entrevista entonces ya sabia donde era), afortunadamente
Facebook y mis queridos contactos no me fallaron, pedí auxilio ahí y pronto me dieron varias "soluciones" o rutas para llegar a mi destino. Era muy divertido leer las cosas que me ponían y yo sinceramente no entendía nada y me reía sola.
Voy a inventar pero era algo así: "Caro puedes caminar hasta la 19 y coger un 132 que es verde y te deja en la 92 con 11 porque hay un tramo cerrado, un 284 que es rojo o un 415" o "Puedes coger en la Novena el 241 que es verde, rojo o blanco y tiene que decir K30" o "Puedes pararte en la 15 con 140 y esperar un bus azulito numero 317 que te deja al frente de donde necesitas llegar pero pasa cada media hora"... Mejor dicho, me paniquié! jajajaja Tuve que respirar hondo, coger un papelito y escribir las opciones. Al otro día muy juiciosa me levante temprano, me arregle y escogí una de las opciones de mi lista de sugerencias y esa semana cada día utilicé una ruta diferente.

Crecí en Medellín y me mal acostumbre al práctico, organizado y simple Metro de Medellín, por otro lado los buses tienen su letrerito que se puede leer a un distancia razonable que da tiempo para uno estirar la mano, uno puede montarse tranquilamente, saludar al conductor, sacar la plata, pagar y sentarse; si no se puede sentar puede que haya según su género algún caballero que le ceda el puesto o si no se puede sentar y va muy encartado alguien tendrá compasión y le ayuda a llevar las cosas para que uno pueda ir bien agarradito de algún tubo cercano (en mi caso los de las sillas porque los del techo me quedan leeejos). Uno timbra para bajarse, el señor para, espera que uno se baje y el día sigue tranquilamente. Es raro que alguien pelee o alegue por algo...
Hay casos extremos de confianza paisa (porque eso no tiene otro nombre) donde por alguna situación uno se vuelve amigo del conductor y cada que uno coge ese mismo bus a uno lo saludan como amigos de toda la vida y hasta no le cobra pasaje (lo cuento por experiencia propia). En fin, la experiencia de bus público no es tan amarga. Uno se vuelve amigo de los vendedores y cantantes de buses (También lo digo por experiencia propia, 3 años montando en los mismos buses por la misma ruta trae amistades casuales y experiencias extrañas pero agradables) y hace que el viaje no sea traumático, es más, se vuelve agradable porque cada día pasa algo diferente.

Pero... Montar en bus en Bogotá....... TODA UNA AVENTURA! Además yo siendo rolita de nacimiento pero criada en Medellín me río y me sorprendo de muchas cosas que pasan en esta capital porque comparo las dos situaciones y son bien diferentes. En el caso de los buses uno tiene que saber el número y color del bus (así como me daban las indicaciones) y saberse algún dato importante que debe decir el bus preferiblemente el más grande, porque aca los buses tienen tantos lugares y palabras clave que el más pequeño esta como a 30pt (Tamaño de la letra 12pt es tamaño de libro con letrica grande, hagan las cuentas), uno a duras penas alcanza a ver a 30 cms de distancia alguna palabrita familiar y saca la mano con el riesgo de perderla y dependiendo de la calidad de los frenos del bus puede tener suerte que pare o no. Te subes al bus y medio despegas tu pie del suelo y arranca al bus, así q lo primero que uno debe hacer es agarrarse de algún tubo, al subir uno se encuentra con un vidrio y/o puerta que tiene 5 huequitos (para hablar en caso de necesitarlo) y una ventanita para pasar la plata, TIP importante: Llevar ya la plata entre el bolsillo para no tener que esculcar el bolso (no vaya ser que se le caiga algo o lo roben) en plena subida y luego de recibir el cambio si es el caso, tambaleando y agarrandose de lo que pueda entre frenazos y arrancadas hasta el puesto más cercano que encuentre. En el caso de las mujeres uno debe abrazar su bolso como si todos los presentes fueran un rraponero en potencia, (característica de un ciudadano capitalino: Ser empeliculados y prevenidos) no hablar con nadie, no dormirse, no reciba nada, no mire, no respire si es posible! No vaya a ser que le hagan algo!
jajajajajaja es real la inseguridad es lo que domina las mentes de los capitalinos y si, se que es peligroso, que hay gente mala y no se puede ser tan confiado, pero tampoco como para que la vida gire en torno a eso y se vuelva un amargado, cerrado e inseguro.... de verdad... gas!
Ayer precisamente me toco un conductor que desde que me subi en la 140 hasta que me baje en la 93 pitó sin parar y zigzagueo en el común taco-trancón después de pico y placa. Los conductores de esta ciudad tienen como gran aliado a la hora de desplazarse por las congestionadas calles de Bogotá, el pito de su taxi, bus, carro, moto y enserio... EL PITO NO VA A DISOLVER MÁGICAMENTE EL TACO Y MUCHO MENOS A DESAPARECER A LOS DEMÁS CONDUCTORES!!! NO PITEN POR TODOOOOOO!!!!

Luego de desahogar mi ira por los impacientes conductores... lo que si me sorprendió de los buses en Bogotá es la decencia, elegancia y educación que los vendedores que se suben al bus tienen para ofrecer y vender sus productos, en eso si se parecen. Yo soy de las que piensa que son gente honrada que al menos hacen un esfuerzo por salir adelante, usen la plata en lo que la usen, yo los ayudo con buena voluntad y pidiendo a Diosito que no vayan a desperdiciar la ayuda y confianza de las personas en cualquier bobada.

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